ENTREVISTA A JORGE CONSIGLIO

Jorge Consiglio es Licenciado en Letras y escritor. Autor de, entre otros, Las frutas y los días (poesía), Marrakech (cuentos), La velocidad de la Tierra (poesía), Gramática de la sombra (novela), El otro lado (cuentos), Pequeñas intenciones (novela), su obra está siendo mencionada y tenida en cuenta como una de las más solidas en la escena literaria argentina.


¿Por qué la mayoría de los personajes de El otro lado son o dan la sensación de ser perdedores irremediables? 

Creo que los personajes de El otro lado no son perdedores. En este calificativo subyace la idea de que tuvieron la voluntad de ganar y que sus planes para lograrlo no fueron efectivos. No se trata de eso. Ellos, más bien, renunciaron al estilo de vida que les planteaba la opinión común. A su modo, desestimaron los estándares establecidos sobre ganadores y perdedores. Optaron por dar un paso al costado. Por supuesto, este acto trae consecuencias que, la mayoría de las veces, parecen no ser las tradicionalmente juzgadas como buenas para sus vidas. Sin embargo, en ciertos momentos, cuentan con la sabiduría para organizar las cosas con el fin de lograr momentos de felicidad o, mejor, de bienestar, acorde con sus estilos. Creo que, bien mirados, son valientes y creativos. Apuestan a una vida cruda regida por códigos que ellos mismos se inventaron. 

Trabajás ciertos climas que podrían llamarse "minimalistas", ¿lo hacés conscientemente, es una búsqueda estética o es la historia la que pide ese tono? 

Creo que el tono minimalista se asienta sobre dos patas. Una relacionada con la austeridad sintáctica. Y la otra, con aplicar un estricto principio de economía al nivel de la trama. 
Escribo con este tono porque creo que resulta funcional a las historias que narro. Les da color o se los saca de acuerdo a lo que se necesite. Además, abre la posibilidad de que el lector complete los vacíos, se active frente a la discreción narrativa. Y este acto, creo, le suma dinamismo al relato. Asunto que siempre me preocupa a la hora de escribir. 

¿Quedaron cuentos afuera de El otro lado? Lo pregunto porque el libro es compacto y bastante temático, parece ser un resultado buscado, ya sea por vos como autor o por una decisión editorial. 

Quedó un solo cuento afuera, que se llama “La excusa”, porque se escapaba demasiado de registro, según el editor. Cuando presenté el libro completo a Edhasa ya lo tenía muy trabajado. Creo que la cohesión temática tiene que ver con mis obsesiones personales. El otro lado tiene dos partes. La primera, la de los cuentos más cortos, la escribí ensayando un formato tomado del relato policial, pero desbordándolo. La segunda está más relacionada con una novela que estaba escribiendo al mismo tiempo, Gramática de la sombra. Todos los cuentos están armados en torno a dos ejes: el del voyeur, el tipo que se asoma por una ventana y espía la existencia ajena, y la idea de los cambios súbitos en la vida de una persona a propósito de alguien casual que irrumpe en su cotidiano. Un vecino, por ejemplo. 

El personaje de Pequeñas intenciones parece escapado de El otro lado. ¿En algún momento pensaste en él como personaje de un cuento y se convirtió en personaje de una novela, o siempre supiste que Pequeñas intenciones iba a ser una novela? 

Es cierto. El personaje/narrador de Pequeñas intenciones se parece mucho a los de los cuentos. Sin embargo, al texto siempre lo pensé como novela. En realidad, partí de la historia real de una persona que conozco. Es un tipo muy extremo, casi un psicótico, cuya vida me pareció fascinante para narrar. Igual que en El otro lado, en este relato también se da ese tópico de organizarse la existencia esquivando lo establecido. Con los escasos recursos que tiene a mano, el personaje consigue armar un espacio frágil de módica felicidad. Es un personaje luminoso. Se las arregla con casi nada. 
Hace poco, no me acuerdo bien a propósito de qué, Horacio Zabaljáuregui, el editor de FCE, dijo: “las ventajas del despojo”. Lo menciono porque creo que el personaje de Pequeñas intenciones cuenta con la sensibilidad y la destreza para encontrar ventajas allí donde pocos las hallarían. 

Por la forma en que se comporta el personaje de Pequeñas intenciones, pareciera ser un pariente no muy lejano de Marsault, de la novela El extranjero de Camus. ¿Pensás lo mismo, y si es así, fue algo deliberadamente buscado? 

Sí, son parecidos, definitivamente. Sobre todo en la impasibilidad que los caracteriza. Da la impresión de que miran su propia vida como si fuera un acontecimiento ajeno, algo de lo que son testigos. En el caso de Pequeñas intenciones es un efecto, más que un dato auténtico dentro de la ficción. Se origina en el gesto elocutivo del narrador. En otras palabras, el personaje decide sobre su propia vida, pero la prosa no lo pone en evidencia, escamotea esa información. 
Esta similitud entre los personajes no fue deliberadamente buscada. 

¿En qué tipo de literatura o tradición literaria pensás que entraría un libro como Pequeñas intenciones

En una tradición alejada de la parodia. Pero la verdad es que como autor me resulta dificil responder esta pregunta. 

En una breve encuesta que está haciendo Los Asesinos Tímidos a varios autores, está la pregunta acerca de sobre qué temas pensás que no vas a escribir nunca. ¿Tenés una respuesta? 

Creo que podría abordar cualquier tema. Lo que realmente me parece clave es escribir algo auténtico. Tengo un amigo que dice que cuando nota la mentira dentro de una novela, tira el libro al demonio. Esto que él considera “mentira” en el marco de una obra de ficción, no tiene que ver con la verosimilitud sino con un soporte genuino que respalde al texto y lo aleje de la estrategia comercial, siempre próxima a la impostura, que procura posicionarlo en un mercado o en el centro de un campo intelectual. 

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