EL MUERTO QUIERE SABER DE QUÉ SE TRATA (de Mónica Plöese), por Federico Rodriguez

EL MUERTO QUIERE SABER DE QUÉ SE TRATA
de Mónica Plöese
Del Nuevo Extremo, 2012
por Federico Rodriguez

Mónica Plöese, autora de la trilogía de tres novelas policiales (El muerto quiere saber de qué se trata, La curiosidad mató al hombre y Con palo y con rebenque) editadas bajo el título El muerto quiere saber de qué se trata, desarrolla su actividad de correctora y editora de libros desde los 90s. Se nota la experiencia en estas áreas al leer sus novelas, ya sea por la impronta que le inyecta a sus libros como por la claridad con que lo hace. También publicó una novela para preadolescentes, Misión Posible, escrita a cuatro manos con Cristina Alemany.

Si bien existen casos famosos de mujeres que escribieron (y escriben) dentro del mundo del “policial” (Patricia Highsmith, Agathe Christie, nuestra Claudia Piñeiro), no es usual encontrarse con muchos. La visión machista que por lo general se le aplica a estas novelas hacen que la mirada femenina naufrague en el género. Sin embargo, Mónica Plöese parece haber dado otra vuelta de tuerca al respecto, y se la juega del todo con la protagonista de estas novelas: Irene Adler, que además de ser mujer, se vale para resolver sus casos de perfiles criminales hechos siguiendo arquetipos astrológicos. Sin creer del todo en la astrología (no cree en predicciones) sí cree que esa pseudo-ciencia le puede dar una visión del mundo diferente, y también de las personas. En resúmen; cada persona mata según su arquetipo astrológico. Como bien dice la contratapa del libro: “Dime cómo matas y te diré de qué signo eres, o dime de qué signo eres y te diré qué clase de asesino puedes ser.”

Pero Irene no está sola, tiene su Watson, que vendría a ser Ricardo Samper, un etnobotánico que reniega de todo conocimiento no apoyado por la lógica y el razonamiento científico. Este contrapeso, además de necesario y funcional para que las novelas puedan ser más amenas, otorga una multiplicidad de miradas a un tema tan controvertido como lo son los conocimientos y resultados astrológicos.

Sin revelar demasiado de las intrigas que componen estas tres novelas, podemos decir que el signo de Cáncer es el que se trata en El muerto quiere saber de qué se trata, novela donde muere el maestro de Irene, Fernando Soria, en medio de un Congreso de Astrología. Soria hacía perfiles criminales, y de hecho, previendo que podría ser una víctima le va enviando cartas a Irene alertándola sobre posibles agresores. Géminis es el signo alrededor del que gira La curiosidad mató al hombre, que se sitúa en Paraguay, lugar donde muere un tío de Irene y donde Irene irá en búsqueda de la verdad. Piscis es el signo a trabajar en Con palo y rebenque, que otra vez se sitúa fuera de Argentina, en este caso Colonia del Sacramento, en Uruguay. En esta novela hay algunos amigos de Ricardo Samper, ayudante de Irene, que parecen estar involucrados en una serie de crímenes que se dieron lugar en esa zona.

La autora declaró que espera finalizar el ciclo de doce novelas, una por cada signo astrológico; así que por lo visto tendremos Irene Adler para rato, lo cual no es para nada una mala noticia.

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